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jueves, 21 de marzo de 2019

Día Mundial de la Poesía

Recupero este blog, después de años, para publicar algo que escribí hace tres años, tal día como hoy:




Hoy es el Día Mundial de la Poesía y
puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: "La noche está estrellada, 
y tiritan, los pequeños, allí a lo lejos". 
Bajo una lluvia que no cesa, anegando sus presentes.
La huida de un futuro certero lleno de decesos.
Un viaje a ningún lugar, en busca de refugio.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: la noche está estrellada 
y un "nadie está conmigo", azota sus cabezas.
Sus cuerpos bailan al son de la deshumanización,
en las aguas frías y oscuras que creen su redención.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pero no es tristeza, es vergUEnza, es indignación,
es violación de los Derechos Humanos, 
es la deshumanización de una Europa sin refugio.

Amigxs, en mi utópico y pequeño mundo siempre seréis bienvenidxs.

Marta Gr.                       


jueves, 8 de octubre de 2015

El sosiego de los sentidos


A las cinco de la tarde,
mi cuerpo reposa en una toalla
sobre un cálido suelo de azotea.

Veo pájaros sobrevolando la tierra,
abandonando, heroicos, sus nidos,
saboreando la libertad en cada revoloteo.  

Escucho la melodía de un violín,
e imagino unas manos de violinista
acariciando mi pelo de cuerdas.

Su música me eriza la piel,
las notas penetran mis tímpanos
y hacen vibrar mi corazón.

El sol cierra mis párpados,
y navego, navego por mares
llenos de sueños y utopías.

Escucho un canto de sirenas
orquestado por Morfeo,
y me suspendo en el cielo.

Vuelo como ave de paso,
y en calma, me dejo caer,
subo, 
          bajo, 
subo, 
          y caigo.

Me convierto ceniza
y sopla el viento.
Vuelo, pero desciendo.

Son las cinco de la tarde,
y ya no sueño, despierto,
y vivo.

domingo, 5 de julio de 2015

Vuelvo

Vuelvo,
a un tiempo inexacto,
al origen intacto del acto,
a aquel pacto sin tacto
que redacto y me retracto,
para que todo quede intacto.

domingo, 28 de junio de 2015

Nacimiento

Naciste una madrugada y las estrellas bailaron al son de los latidos de tu corazón. La luna eclipsó esa noche porque con la luz de tu rostro ya era suficiente. Allí, en una tierra que no era la tuya, tus pulmones inhalaron la primera dosis de oxígeno. Tus ojos se llenaron de lágrimas al percibirte en un mundo caótico y extraño. Tus puños se cerraron proponiéndote combatir en él y aún lo sigues haciendo, luchas con una sensibilidad que acaricia los poros de cada piel que te escucha hablar de revolución. Y es que revolucionas la vida y, hasta la muerte, de quién comparte tu misma atmósfera. Nunca te has dado cuenta, pero llevas en el pelo vientos de cambio para derrumbar muros y agitar consciencias.
 No estuve allí. Pero así me imagino siempre tu irrumpir en la vida.

Tuxi.

jueves, 19 de marzo de 2015

Ven


Ven,
que te invito a compartir atardeceres
cuando no encuentres tus amaneceres.

Ven,
que te abrazaré tan fuerte en las noches
que tus pesadillas serán derrotadas.

Ven,
que la luna nos alumbra el camino
a pesar de ser tú, estrella de guía.

Ven,
que te ofrezco el mapa de mis constelaciones,
para que me encuentres y me emociones.

Ven,
que te espero sentada entre flores,
con un 'te quiero' y sin temores.

Ven,
sólo ven.

Tx.

martes, 3 de febrero de 2015

Nombrarte..


Nombrarte es hacerte tangible, real,
es traerte aquí, a la vida,
hacerte respirar, latir, vivir.

Sentirte cerca, perceptible,
darle voz a lo que me grita por dentro.

Nombrarte es dejarte en manos del viento,
para que haga contigo lo que quiera,
como, por ejemplo, llevarte lejos.
Y temo que la distancia (te) haga desaparecer
ese vuelco al corazón que me da cuando te miro.

Nombrarte es romper la barrera del sonido
con el silencio que escribo sobre un pentagrama.

Nombrarte es abrir la batalla
entre la razón y el corazón.

Nombrarte es darte la existencia,
sin haber resuelto la mía propia.

Tuxi...

martes, 20 de enero de 2015

¡Cómo ha cambiado el amor!


¡Cómo ha cambiado el amor!

Antes el Amor llegaba en forma de epístola.
Los sentimientos por sí solos
cogían la pluma y escribían versos.
Las emociones se iban perfilando
con la más fina y cuidada grafía.

Con ansia se aguardaba la próxima misiva,
y mientras llegaba, la ilusión creaba magia.
La venida del cartero era un evento más,
en el acto de amar.

Era el momento de abrir la carta
 e inundarse de su olor,
acariciar el papel
y percibir las hendiduras de su pluma.

Sentir tener un tesoro entre tus manos,
que sólo podrá ser borrado,
 por las lágrimas de tus ojos
o por el fuego de la hoguera.

(No todos eran poetas).

Marta Gr.