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lunes, 15 de agosto de 2011

Quiero salir a prender las calles de esta ciudad dormida (V)



Hasta que llegaste tú. Me despertaste, aunque no con esos besos de príncipes y princesas que tantas veces nos enseñaron. Abrí los ojos. Miré alrededor y vi que era la hora, había acariciado el sueño, había estado dentro de él, visto sus interioridades. Decidí coger ese mechero y empezar a encender esta ciudad. Así lo hicimos, comenzamos a despertar a la ciudad dormida, aunque muchas veces sin intentarlo del todo, la gente se sentía extraña despertando. No todos despertaron, algunos seguían resistiendo a ver la realidad creo que era mejor así. Poco cambió fuera; sin embargo, fue más lo que cambió dentro de mí.

Tuxi

domingo, 14 de agosto de 2011

Quiero salir a prender las calles de esta ciudad dormida (IV)


Sentí unas largas extremidades abrazándome por la cintura. Yo, mientras estaba suspendida en el aire moviendo mis piernas para intentar escapar de allí, escuchaba los ronquidos de los demás. Asustada, caí en ese sueño, escuchando incluso mi propio ronquido.

Tuxi

viernes, 12 de agosto de 2011

Quiero salir a prender las calles de esta ciudad dormida (III)



Corrí con mayor intensidad, no quería caer en sus sueños. Los transeúntes de una calle ya más transitada me miraban perplejos, no entendían mis prisas ni mi expresión de angustia. Ellos ya habían caído en ese profundo sueño y parecían no enterarse.

Tuxi

Quiero salir a prender las calles de esta ciudad dormida (II)


Salí sola, pisando los charcos que se formaban entre los adoquines de sus estrechas calles. ¿Por qué no correr? Pensé. Sentía una presencia extraña en mi espalda, una vaga respiración en mi cuello. Era Morfeo. 

Tuxi