¡Cómo ha cambiado el
amor!
Antes el Amor llegaba en forma de epístola.
Los sentimientos por sí solos
cogían la pluma y escribían versos.
Las emociones se iban perfilando
con la más fina y cuidada grafía.
Con ansia se aguardaba la próxima misiva,
y mientras llegaba, la ilusión creaba magia.
La venida del cartero era un evento más,
en el acto de amar.
Era el momento de abrir la carta
e inundarse de su
olor,
acariciar el papel
y percibir las hendiduras de su pluma.
Sentir tener un tesoro entre tus manos,
que sólo podrá ser borrado,
por las lágrimas de
tus ojos
o por el fuego de la hoguera.
(No todos eran poetas).
Marta Gr.